El Universo es una expresión de Orden. Tu lectura de estas palabras es prueba de ello. La síntesis de “Universo” y “Orden”, fue llamada Cosmos por Pitágoras. En un momento de trivialidad psicológica como el que vivimos, la palabra “orden” es rápidamente interpretada en términos mecánicos, pero el “Orden del Universo” no es el orden que el pensamiento lógico construye en máquinas ordenadoras. El “Orden del Universo” es el “Orden del Amor y la Compasión” y todo lo que no fluya con esta Ley se desvanece en la Nada. El Cosmos es una expresión de Amor, y no podemos limitar este Amor simplemente a su dimensión emocional.
Cuando referimos el Cosmos al Ser Humano hablamos del Dharma. Mi relación ordenada con el Universo, mi manera de “ser Universo” es mi Dharma, el diálogo amoroso de mi Humanidad con el Cosmos. Es un diálogo polifónico, el Cosmos me habla con muchas voces y yo respondo con otras tantas: todas las fuerzas psicológicas que constituyen mi Alma Tripartita. Algunas de estas voces son reflejadas en mi Alma Intelectiva, particularmente en mi “Pensar dual”, otras son reflejos de un intelecto no-dual, o bien de mi Alma Emocional, mientras que otras muchas, las voces del Alma Volitiva más profunda, no llegan a la superficie de la Existencia que llamamos “Pensar”. Mi diálogo con el Cosmos no es un diálogo mental, y por tanto no es un diálogo egoico, o dicho con más precisión: la voz del ego es ténue, casi imperceptible en este diálogo íntimo que mantengo con el Universo.
Lo que llamamos cuerpo va más allá de la imagen mental-emocional de naturaleza dual con la que lo identificamos. Nuestro “cuerpo” es Alma Volitiva del Cosmos, como lo son las partículas subatómicas, los átomos, las moléculas, las células y expresa un orden Universal, es un microcosmos tan sólo desde un punto de vista mental, pues se trata del mismo y único Cosmos ordenado y consciente que se manifiesta a nuestra experiencia y más allá de nuestra experiencia.
La entropía (desorden) y la inestabilidad que se produce en nuestra psique “individual-social” se produce como resultado de las contradicciones producidas por la imagen dual del Universo que muetra nuestra racionalidad, siempre atenta a las urgencias de la vida individual. Pero la Vida no es una cuestión individual-cultural. Las civilizaciones humanas que se han formado desde el principio de los tiempos en la Tierra son escenarios narrativos para la expresión de algo que utiliza la forma material como pantalla sobre la que expresar “sentido”. El sentido no está en la materia, pues la materia es ella misma otro sentido, una fuerza expresiva de la conciencia enuna representación Cósmica. Dharma es sentido, pero no sólo es sentido. El Dharma es un órgano del Alma Humana para la percepción de los mundos del sentido que están en un orden distinto al de la supervivencia aislada del individuo o la comunidad. Es parte del llamado “Corazón”. A través del Dharma aprendemos a leer el Universo como Cosmos de Belleza. Y esta es una lectura y un diálogo hechos desde el lugar en el que la dualidad y la no-dualidad se funden sin restricciones mutuas.
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