Pensaba Platón, lúcidamente, que la educación de los niños hasta los 10 años debía girar entorno a un triple eje compuesto por el juego, la gimnasia y la música. Desde los 10 a los 13 venía el momento para las letras, pero no antes. Por música, no entendía tan sólo lo que hoy comprendemos por esa palabra sino que abarcaba el amplio espacio de las Nueve Musas. Estas hijas de la Memoria y Zeus, tenían a su cargo -además de lo que hoy llamamos música- la danza, la astronomía, la historia y las diferentes formas de poesía y literatura. La música así entendida ya integraba el fundamento del juego y la gimnasia, pues bailar es jugar, como hacer poemas, escuchar bonitos cuentos e historias, tocar la lira, o mirar con asombro las estrellas. La costumbre en la sociedad de Platón era empezar a leer y escribir con siete años, pero el filósofo ateniense consideraba que el alma humana debe recorrer antes caminos de formación más fundamentales: los del carácter, la sociabilidad, la estética y la...
Comments